La Agencia estadounidense del medio ambiente (EPA) ha puesto de manifiesto que los vehículos fabricados por el Grupo Volkswagen emiten una cantidad de óxidos de nitrógeno (NOX) cuando circulan muy superior a la certificada por el fabricante. Según se ha comprobado, estos vehículos están dotados de un programa informático que cambia deliberadamente los parámetros de funcionamiento del motor (mapa del motor) cuando detecta que se está practicando un examen al vehículo. El cambio del mapa del motor tiene por objetivo reducir las emisiones de NOX hasta cumplir la normativa, aunque ello dispare el consumo de gasoil y se reduzcan las prestaciones. Una vez acabado el examen, el funcionamiento del motor se restablece para recuperar las cifras de prestaciones y consumo certificadas, pasando a superar hasta en 40 veces el límite máximo permitido de NOX emitidos. Cuando en general se refieren a los óxidos de nitrógeno, principalmente se está haciendo alusión a dos gases de nitrógeno diferentes: el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2). El término NOX hace referencia a la combinación de los dos gases debido a las facilidades de interconversión mutua que presentan en presencia de oxígeno. Estos gases se generan en procesos de combustión como los que se producen en los motores de explosión de los vehículos o en las calderas domésticas, así como en numerosos procesos industriales.