Lo interior y lo exterior; la imagen que proyectamos y nuestra moral, nuestras reesponsabilidades. Y conectado con todo eso, a su través, el poder oficial, sistémico, reconocido. Si bien tod@s acreditamos ya, en mayor o menor medida la impronta de los media y el Espectáculo como "establishment" de lo que acontece, en los subterfugios, en el corazón, está la vida en cuanto "bios" con su latencia, sus temores y sus expectativas. El temblor de nuestra Voz al hablar en público; los confines de la imagen que incluso sin querer, representamos.