En medio de mi mismo, parado en mi destino, sabiendo lo que he sido, ignorando lo que soy, he visto que en mi vida, ya nada es lo que ansío y no me reconozco ni quiero seguir más. No es que me quiera poco enganchado al masoquismo es que no me gusta nada mi forma de pensar, paso de tanto ismo, pero me aferro al pluralismo, me amarro a mi buenismo y dejo de pasar y entre tanto misterio tendré que declarar, que no puedo ya continuar. No sirvo de montaña, ni sirvo de arboleda, me quedo en entremedias del medio de un porqué, no me preguntes cómo, no sé seguir ya solo, estar en este invento me acaba por romper, y me busco a mi mismo en brazos de un porqué.