Canto ya de madrugada, el cansancio en mi interior, palidez en la mañana y un silencio aterrador. Las sombras caen desde el aire amamantando mi dolor, soledad que no es de nadie y de nadie su calor. Son rumores que me avisan de que el siguiente soy yo. Y dónde iré, dónde iré, al lugar donde los sueños mecen ahora mi niñez. Y dónde iré, dónde iré, al lugar donde la vida me ha dejado de querer. Y dónde iré, dónde iré, al lugar donde los sueños mecen ahora mi niñez y dónde iré, dónde iré, al lugar donde la vida me ha dejado de querer.